Los acervos como «testigos históricos de nuestra cultura»

Mag. Jairo Guadamuz Villalobos

Profesor de la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la UCR.

Noviembre, 2020

Email: jairo.guadamuz@ucr.ac.cr

El ser humano es un ser en constante comunicación, pero a diferencia de otras especies la humanidad ha desarrollado la capacidad de comunicar a lo largo del tiempo, mediante el desarrollo de herramientas para “la producción, la difusión y la recepción de las señales” (Martín, 2007, p. 165). Esas señales que como sociedad nos hemos permitido preservar, las hemos plasmado en diferentes soportes que, a lo largo de la historia, se convierten en testigos de nuestra historia y de nuestra evolución. 

Son estos testigos los que podemos reconocer como patrimonio cultural, concepto que la UNESCO (2014) afirma “es a la vez un producto y un proceso que suministra a las sociedades un caudal de recursos que se heredan del pasado, se crean en el presente y se transmiten a las generaciones futuras para su beneficio” (p. 132), y es de gran importancia la conservación de estos testigos para entender de dónde venimos y hacia a dónde vamos como humanidad.

El Instituto de Investigaciones en Arte de la Universidad de Costa Rica, en un reconocido esfuerzo de preservación, pone a disposición de la comunidad el Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural con recursos como artes gráficas, arte moderno, libros, revistas, fotografía, moda, entre otros, para su libre consulta. Dichas colecciones no solo apoyan los objetivos de preservación patrimonial de la institución, sino que además constituyen una herramienta útil para la investigación inter, multi y transdisciplinaria de las artes.

Desde la bibliotecología consideramos este tipo de iniciativas como fundamentales para heredar a las futuras generaciones una colección fiel de testigos históricos de nuestra cultura y de nuestras costumbres, fuentes bibliográficas y no bibliográficas que cuentan a nuestros decendientes, de forma clara y veraz, quiénes somos y quiénes hemos sido a lo largo del tiempo. 

El uso de metadatos, la organización jerárquica de sus colecciones, el diseño de su interfaz y el proceso realizado por sus curadores de contenido, hacen del Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural una fuente de consulta obligatoria para investigadores, artistas y público en general. Como herramienta de investigación, es también oportuno que este repositorio sea considerado por otras instituciones patrimoniales, como bibliotecas, archivos y museos, como una fuente recomendable para todas aquellas personas que deseen aprender más del patrimonio cultural de Costa Rica y de la región.

Los elementos que constituyen las colecciones resguardadas en dicho repositorio deben verse a la luz de lo que la UNESCO afirma: “esos recursos son una “riqueza frágil”, y como tal requieren políticas y modelos de desarrollo que preserven y respeten su diversidad y su singularidad, ya que una vez perdidos no son recuperables.” (p. 132). Sin lugar a dudas, el Instituto de Investigaciones en Arte de la Universidad de Costa Rica ya está contribuyendo en la preservación, respeto y difusión de esta “riqueza frágil” que resguarda en sus colecciones digitales, y al ponerla a disposición de la comunidad no solo apoya la apertura de la información y la reducción de la brecha digital, sino que además es ejemplo de lo que es posible desarrollar en virtud de inmortalizar el patrimonio cultural costarricense y centroamericano.

Referencias

Martín Serrano, Manuel. (2007). Teoría de la comunicación: La comunicación, la vida y la sociedad. Madrid, España : McGraw-Hill

UNESCO. (2014). Indicadores UNESCO de cultura para el desarrollo. Manual metodológico. Recuperado de: https://es.unesco.org/creativity/sites/creativity/files/iucd_manual_metodologico_1.pdf